Nuestra experiencia nos demuestra que es perfectamente posible crecer psicológicamente y generar resiliencia y bienestar emocional, después de haber pasado por una situación conmovedora y abrumadora en lo emocional.
Sabemos muy bien cómo hacerlo, porque hemos pasado por ello.
Cuando hablamos de “trauma psicológico”, nos referimos al efecto, la huella que queda en nuestra mente y nuestro cuerpo, después que ha ocurrido una situación psicológicamente sobrecogedora, que sobrepasa nuestras capacidades de abordarla y superarla; o porque estábamos pequeños y no contábamos con la experiencia o la madurez mental para hacerlo, o porque, ya de adultos, la situación fue tan abrumadora que nuestro cerebro no pudo elaborarla. Estas situaciones traumáticas pueden ser, por ejemplo, una catástrofe natural, la guerra u otras situaciones de violencia, abusos sexuales, haber sufrido bullying en el colegio, el abandono, la negligencia, una enfermedad grave, un duelo mal elaborado o ser víctima de abuso de poder.
Pero solamente tú puedes decidir qué ha sido traumático para ti, aunque para otras personas no lo sea.
El trauma psicológico altera en forma grave y permanente el funcionamiento mental, cognitivo y emocional. No podemos pensar con claridad, tenemos exabruptos emocionales, nuestra mente huye de la realidad y del presente, tendemos a aislarnos, nuestras relaciones emocionales son caóticas, muy distantes o abusivas, tenemos depresiones, culpas, mucha ansiedad y trastornos psicosomáticos. Por otro lado podemos re-experimentar situaciones relacionadas con la situación traumática como recuerdos intrusivos, pesadillas, flashbacks, ilusiones e incluso alucinaciones. También hay esfuerzos para evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el trauma, evitación, no querer hablar del tema o esfuerzos por no concurrir a lugares, situaciones o contacto con personas relacionadas con él.
La buena noticia es que estas situaciones se pueden superar completamente utilizando los medios psicológicos apropiados para ello, avalado científicamente, que no son las psicoterapias tradicionales ni el uso de medicamentos. Se requiere de un abordaje multimodal que combine de manera balanceada y apropiada para cada persona, las distintas estrategias en las que nosotros somos expertos, gracias la rigurosa formación de nuestro equipo multidisciplinario y una amplia experiencia. Algunos de estas estrategias terapéuticas son mindfulness, autocompasión, EMDR, escritura terapéutica, yoga terapéutico, biodanza, neuro danza, varias modalidades de arteterapia, terapia polivagal y muchas más, todas las cuales se adecuan a las necesidades de cada persona. En general combinamos abordajes individuales con sesiones grupales en las que cuidamos estrictamente la privacidad, seguridad y comodidad de nuestros consultantes.
Ven, con toda discreción y cuidado te ayudaremos a superar esa situación difícil por la que pasaste y haremos que, por el contrario, ella sea un aliciente para que crezcas psicológicamente y seas una persona más sabia, ecuánime, profunda, feliz y realizada “gracias” a la superación de tu trauma.
